Una carta de lectores (*) hace hincapié en lo que la gestión Poletti dejó como saldo en Ramallo.
“El inicio del trabajo de Perie como intendente en mi Partido es alentador. ¿Tan difícil era activar el turismo, mandar a la calle a los empleados para que los espacios verdes no sean una reserva ecológica de roedores y serpientes? ¿Cómo se explica que desde el 11 de diciembre se transformó la caprichosa negligencia post derrota electoral en acción? Los empleados son los mismos, la maquinaria también, las ganas, otras.
Sinceramente no me interesa si la tasa sube 45% o 1% o nada, si es que ese pago vuelve en servicios. Estoy cansado de escuchar a los mismos de siempre riéndose de que se aprovechan del Estado y laburan a media máquina o con el freno de mano puesto.
Fue tan evidente cómo abandonaron a su suerte a muchos barrios que nuestros jóvenes armaron un grupo de limpieza, hartos de no poder tomar mate en lugares limpios. Son tan cínicos que hasta los premiaron en vez de hacer autocrítica. Los juegos de plazas han provocado heridos en Pérez Millán también.
Todo se hace con plata. En este portal he leído declaraciones de que la gestión fue transparente y prolija, con recursos propios y tantas cosas más. Poco se habló del dinero que retuvo la gestión anterior –denunciado por Vercelli- y ante el primer reclamo de cumplimiento de promesas, se atacó al denunciante como fue con la Banda. Y encima, me entero que antes de irse, pasaron a planta permanente a muchos –que no tienen la culpa- para desfinanciar al que viene.
La ausencia de Poletti en la asunción de Perie me desilusionó. O no tanto porque en realidad le dio de comer a los que siempre dijeron que en algún momento mostraría la hilacha. ¿No le dio la cara para despedirse de la gente? Y los que lo votaron quedaron re calientes porque merecían un final más democrático. Cuando los políticos entiendan que no se trata de ellos sino de nosotros, las cosas van a andar mejor. Espero que el profesor Perie se dé cuenta a tiempo”.
(*) Por Alan C., vecino de Villa Ramallo
