Por Elvio Zanazzi – Concejal Unidad Ciudadana.
Los trabajadores despedidos de la empresa Bio Ramallo están luchando en la calle. Tal vez por ser una calle interna de Comirsa el conflicto pareciera que no existe. Pero existe, los laburantes, el gremio y trabajadores de otras fábricas los están apoyando.
No es nada lindo estar a la intemperie, oliendo humo y juntando angustia. Lo digo para quienes no lo saben, o lo ven a veces por televisión, cuando lo pasan.
Desde ayer los trabajadores están rodeados de policías, de todas las categorías. Los laburantes ceban mates, resisten en paz, pero alertas a los palos que pudieran venir.
Parece que hay una fiscal que manda a desalojar, parece que como es sábado no está para atender el teléfono y tratar de llegar a un entendimiento. El entendimiento tiene que partir de que la lucha es desigual: empresa-estructura represiva del Estado con la empresa y contra los trabajadores, como siempre- trabajadores con frío y termos de mate.
La primera lectura de un conflicto de este tipo, en que una empresa echa a todo su personal sin tener crisis, pues no es que Bio Ramallo esté fundida ni mucho menos, la primera lectura digo, es ponerse del lado de los trabajadores, sin demasiado análisis, sin especulaciones. Porque son los laburantes los que generan las riquezas, no los vivos. Y el Estado debe generar ese equilibrio que permita el diálogo y el sostenimiento del raciocinio. El Estado no debe mandar a pegarle a la gente, a intimidarla porque están en huelga, derecho constitucional tan atacado y vilipendiado en nombre de “tirar todos para adelante”, como dice el poder económico siempre.
El poder político también debe hacerse presente allí para evitar semejantes intimidaciones. Los vulnerables son los laburantes muchachos, se entiende que están cerrando listas, que vence el plazo electoral, todo se entiende. Pero allí, en Comirsa, las fuerzas de seguridad, por orden del poder judicial, están por pegarle a la gente. La verdad, en estos días, ahí éramos pocos, somos pocos. Y no es para hacer alardes de presencia. Hace falta más presencia política, y también gremial, no pueden estar los aceiteros solos, otras organizaciones gremiales deberían también asistir a los compañeros en el territorio donde se lucha. Y la fiscal o el fiscal, o el juez, no entiendo mucho de eso, piensen que a palos no se arregla nada. Y piensen que los trabajadores que están luchando han sido despedidos, los dejaron sin trabajo. No los dejemos solos.
Elvio Zanazzi.