En tiempos donde abundan las páginas en Facebook de fake news y los falsos comunicadores que utilizan sus perfiles para desinformar con sesgos amarillistas y sensacionalistas dejando por fuera el sentido de la ética periodística y el impacto que puede causar la manera en la que se comunica, es menester dejar en claro ciertos aspectos importantes.
“La deontología periodística (el obligado ético del profesional del periodismo) es satisfacer el derecho de la sociedad a recibir la mayor cantidad y calidad de información. Eso se hace posible con la ética de los principios. El deseo de investigar la verdad y de darla a conocer es uno de los fundamentos morales del periodismo libre.” inician diciendo en las carreras de comunicación de cualquier universidad, que no es solo un comentario al pasar ni un refrán para repetir sin asimilar.
¿Por qué? Porque, en la labor periodística muchas veces se presentan casos en los que la ética y los valores se ven tensados, por la propia ansiedad de tener “la primicia”, muchas veces a costa de no chequear información, de no tener fuentes seguras o aún peor, de brindar información errónea o exceso de datos personales que pudieran afectar la intimidad de personas.
Un caso habitual relacionado a la carencia de ética y el avasallamiento de la intimidad de las personas por parte del “periodismo de Facebook”, es el tratamiento de los casos de suicidio.
El Ministerio de Salud de la Nación, hace referencia a esto en su página web al igual que se aprende en las carreras de comunicación, sobre el tratamiento correcto del hecho. Para no incurrir en una violación del derecho a la intimidad y el respeto a la situación que enfrenta el grupo familiar y de referencia.
Así mismo, también la deontología para el tratamiento de estos casos indica que los medios de comunicación brindan acceso a la información a las instituciones de la comunidad, por lo que esa información debe ser confiable para fortalecer las acciones de prevención y promoción de la salud.
Yendo más al punto, en ningún caso debe tratarse al acto de cometer suicidio como un hecho exitoso, ni describir detalles específicos del método utilizado como tampoco imágenes que ilustren el mismo. Entre muchos otros puntos entre los que el más grave y por consiguiente mayor acto de desconocimiento de la deontología periodística es el de brindar el nombre completo de una víctima ya que se estaría vulnerando su derecho a la intimidad y se genera un impacto aún mayor sobre las familias y otros sobrevivientes en términos de estigma y sufrimiento.
Informar sobre casos de suicidio, nunca debe estar acompañado de opiniones personales, especulaciones, generalizaciones o cualquier comentario que no esté estrictamente apegado a la información oficial brindada por la justicia.
De más está aclarar que, cada informe periodístico ético debe llevar consigo las vías de ayuda para personas que se encuentren en posible riesgo, de acuerdo a la Ley Nº 27130 de Prevención del Suicidio: Línea 135 (línea gratuita), (011)5275-1135 o 0800 345 1435 desde todo el país. www.asistenciaalsuicida.org.ar
Una vez más, pedimos especial discreción en el tratamiento de los casos y siempre buscar información en el periodismo confiable, con conocimiento de la ética periodística y los valores elementales de las sociedad.