¿Esa persona desconsiderada que anda sin una mascarilla me lo va a contagiar? ¿Será seguro usar el transporte público? Son preguntas que seguramente han surgido en nuestra cabeza o tal vez aparezcan cuando concluya la cuarentena obligatoria.
A medida que parte del mundo está saliendo gradualmente del confinamiento y volviendo a los entornos y actividades sociales, el riesgo de contraer y propagar el coronavirus aumenta, lo que provoca temor de que se produzca una segunda ola de infecciones.
Sobre esto, la BBC(corporación de radiodifusión británica) publicó un artículo donde el inmunólogo y profesor de biología Erin Bromage, quien ha seguido de cerca esta pandemia, indica pautas sobre cómo podríamos reducir el riesgo de contraer covid-19.
¿Qué pasa fuera de casa?¿Estamos en peligro?
Probablemente no. El profesional dice que se han reportado muy pocos episodios de brotes en ambientes al aire libre. El viento y el espacio diluyen la dosis viral; la luz solar, el calor y la humedad también pueden tener un efecto en la supervivencia viral. Esto significa que es poco probable que estés expuesto al virus durante el tiempo suficiente para contraerlo.
Al mantener la distancia social y limitar la duración de las interacciones, podemos reducir aún más el riesgo.Pero algunas interacciones en interiores pueden ser muy arriesgadas.
Bromage detalla que al momento de elegir dónde salir, cuando esté concluido el confinamiento obligatorio, debemos ser cuidadosos ya que “los eventos llenos de gente hablando, cantando o gritando serán, por supuesto, de alto riesgo, y las medidas de distanciamiento social se vuelven menos efectivas en interiores con el tiempo. Los espacios con intercambio de aire limitado o aire reciclado son particularmente problemáticos”.
Evaluar el riesgo
Mientras que se eliminan las restricciones para prevenir coronavirus debemos evaluar críticamente nuestras actividades en términos de riesgo. Es decir que un buen ejercicio previo a salir es evaluar en qué ambientes me conviene estar: si vas a ambientes interiores, considera el volumen del espacio, la cantidad de gente que habrá adentro en un momento dado y cuánto tiempo pasarás allí.
“Si estás sentado en un espacio bien ventilado, con pocas personas, el riesgo es bajo”, dijo el especialista.
“Si estás en una oficina de diseño abierto, realmente necesitas evaluar críticamente el riesgo (volumen, personas y flujo de aire). Si estás en un trabajo que requiere hablar cara a cara o, lo que es peor, gritar, necesitas evaluar el riesgo”.
Para una visita a un centro comercial, por ejemplo, “la baja densidad, el alto volumen de aire de la tienda junto con el tiempo limitado que pasarás en la tienda, significa que la oportunidad [para un cliente] de recibir una dosis infecciosa es baja”, dijo el experto.
“Pero, para el trabajador de la tienda, el tiempo extendido que pasa allí brinda una mayor oportunidad de recibir la dosis infecciosa”, afirmó.
“Afuera, el riesgo de infección es mucho menor porque las gotitas infectadas se disiparán más rápidamente, pero recuerda que se necesitas “dosis y tiempo” para contagiarte.
“Y aunque me he centrado en la exposición respiratoria aquí, no olviden las superficies. Esas gotitas respiratorias infectadas aterrizan en algún lugar. ¡Lávense las manos con frecuencia y dejen de tocarse la cara!”, concluyó.