NO MÁS Bullying: cuáles son las señales de alerta y qué hacer

Por GABY




 

Es un tipo de violencia muy frecuente y es muchas veces naturalizada; conocé las señales de alerta para saber si un niño, niña o adolescente es víctima de bullying

 

El bullying no da tregua en las aulas argentinas. Según cifras de la evaluación Aprender 2017, seis de cada 10 chicos y chicas en edad escolar dijeron haber presenciado casos de humillación entre pares, discriminación por alguna característica personal o familiar (desde su religión u orientación sexual, hasta nacionalidad o aspecto físico) y violencia. Así lo afirman estudiantes de primaria y secundaria. Por otro lado, los datos de un informe elaborado por Argentinos por la Educación a partir de los resultados de las Pruebas PISA 2018, muestran que el 33% de los estudiantes del país respondió que había vivido alguna situación de maltrato verbal, mientras que en un 16% de los casos se trató de acoso físico.

  • ¿Qué es el bullying? Un comportamiento prolongado de insulto verbal, rechazo social, intimidación psicológica o agresión física de un niño o varios hacia otro, que se convierte en blanco de reiterados ataques. Pelearse con amigos, no pertenecer al grupo deseado o no ser invitado a un pijama party no es sinónimo de bullying. «Para diferenciar una cosa de otra, hay que indagar acerca de la intencionalidad de las conductas de los chicos y observar, por ejemplo, si hay un líder intentando aislar a un compañero», explica María Zysman, psicopedagoga y fundadora de Libres de Bullying.
  • ¿Cómo puede detectarse? Según Lucrecia Morgan, psicóloga clínica y directora del Equipo Anti Bullying Argentina (ABA), hay algunas señales físicas y emocionales que permiten identificar si un chico sufre bullying. «No necesariamente se presentan todas al mismo tiempo y aquellas que sí lo hacen, pueden surgir con mayor o menor intensidad», aclara la especialista. Y agrega: «Un profesional de la salud mental es quien sabrá hacer un diagnóstico adecuado para ver de qué situación se trata, y de este modo encontrar la mejor manera de resolverlo».

Algunos signos de alarma:

  • Evidencia de golpes, rasguños, arañazos o moretones.
  • Cambios llamativos en su humor o comportamiento y mostrarse más irritables, ansiosos o sensibles.
  • Baja autoestima.
  • Comienzan a estar más agresivos contra sí mismos u otros. O, por el contrario, manifiestan un gran retraimiento.
  • Junto con el estrés y la ansiedad pueden aparecer signos aislados como dolores de cabeza, de panza, diarrea, cambios en la alimentación (pérdida repentina del apetito o una ingesta excesiva) e incluso tartamudeo.
  • Durante la noche tienen trastornos del sueño (insomnio, pesadillas o quieren dormir todo el día para aislarse). Pueden comenzar a hacerse pis en la cama o se los puede escuchar hablar dormidos diciendo frases como «dejame», «soltame» o «andate».
  • Padecen el «síndrome del domingo a la tarde» que consiste en un rechazo contundente ante la idea de volver al colegio al día siguiente. Puede ir acompañado de llanto o dolores psicosomáticos.
  • En los casos más graves, ideas de muerte o escapistas.

Indicadores en los ámbitos escolares y sociales en general:

  • Dejan de asistir de forma regular a clases, a actividades relacionadas con la escuela que antes disfrutaban, como cumpleaños o salidas extraescolares.
  • Un cambio abrupto en el rendimiento escolar. En algunos casos, los chicos hostigados bajan mucho sus notas o, por el contrario, pueden mostrar un rendimiento por encima del promedio y pasan a ser alumnos «mimados» del docente.
  • Durante el recreo, buscan reducir el tiempo que pasan en el patio y evitan hacer trabajos grupales.
  • Empiezan a tener problemas para concentrarse que antes no tenía. La capacidad para prestar atención en clase disminuye a causa del nivel de ansiedad sufrido.
  • Sus compañeros generalmente no los invitan a los programas que organizan después del horario escolar y ellos no quiere invitar a nadie a casa.
  • Se quejan con frecuencia de que los cargan, de que son el blanco de burlas, insultos o agresiones.
  • Piden dinero extra o empiezan a robarlo (para pagarle al hostigador). Se repiten situaciones en las que pierden la tarea, los útiles escolares, el dinero o la merienda sin ninguna justificación lógica.

Dónde pedir ayuda y más información

  • Equipo ABA: brinda un abordaje integral y multidimensional para reducir los índices de violencia, fortalecer la educación en valores y fomentar la sana convivencia escolar.
  • Libres de Bullying: ofrece herramientas para prevenir, detectar e intervenir en situaciones de bullying en el ámbito escolar.
  • Línea Convivencia Escolar del Ministerio de Educación de Nación: 0800-222-1197, de lunes a viernes, de 8 a 20. Recepción, derivación y atención de situaciones conflictivas de convivencia en las escuelas y/o situaciones de vulneración de derechos.
  • Argentina Cibersegura: trabaja para crear un espacio digital seguro a través de actividades de concientización y educación.

Fuente: La Nación

 





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