Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), la producción del cereal pasaría de 19,8 a 18,8 millones de toneladas. Si bien se registraron lluvias en las principales regiones trigueras, no alcanzan para revertir esta tendencia.
El factor climático juega su partido en la producción triguera argentina. De acuerdo a la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), la falta de lluvias, a las que se suman heladas y bajas temperaturas, provocó un recorte en la estimación de producción de trigo de un millón de toneladas.
De esta manera, la proyección de cosecha se ubicó en 18,8 millones de toneladas, cifra que representa 2,2 millones de toneladas menos que lo calculado al principio de la campaña. Según la entidad bursátil, los rindes en gran parte del área agrícola «vienen mermando».
En este sentido, agregaron que «las precipitaciones registradas a partir de octubre solo han mitigado el estrés de las plantas sobre la franja este del área agrícola, las cuales han sufrido daños por heladas y eventos de granizo».
Estas cuestiones provocaron que la estimación de producción pasara de 19,8 a 18,8 millones de toneladas. No obstante, en el norte del área agrícola avanzó la cosecha y ya se recolectó 3,5 por ciento del total de la superficie destinada al cultivo a nivel nacional, con rindes superiores al promedio de la región. Un dato a tener en cuenta es que la BCBA ya había bajado la proyección de la producción de 21 millones a 19, 8 millones de toneladas.
Uno de los puntos principales que permite explicar esta situación son las enfermedades que afectan al cultivo. Según detallaron desde el ministerio de Agricultura nacional, las condiciones actuales de humedad, los días nublados y las temperaturas promedio de esta época “aumentan la probabilidad de ocurrencia de enfermedades fúngicas y ataque de insectos”.