Un extenso corte de energía sorprendió este lunes 28 de abril de 2025 a gran parte de España continental y Portugal, dejando a oscuras a millones de ciudadanos y provocando el colapso de servicios fundamentales como el transporte público, aeropuertos y sistemas de telecomunicación. Aunque las islas Baleares y Canarias lograron mantenerse fuera del alcance del incidente gracias a su independencia energética, algunas zonas fronterizas de Francia también sintieron breves interrupciones en el suministro.
El apagón, que comenzó alrededor de las 12:30, ya lleva cerca de dos horas y ha provocado un impacto inmediato en la vida cotidiana: trenes detenidos, semáforos fuera de servicio y vuelos retrasados. Según informó Red Eléctrica, hacia la tarde se había comenzado el restablecimiento en algunas regiones del norte y sur de la península, aunque los inconvenientes persistieron en varios sectores.
Mientras tanto, las autoridades de ambos países activaron protocolos de emergencia y conformaron gabinetes de crisis para controlar la situación. Entre las hipótesis que se manejan sobre las causas del apagón, no se descarta la posibilidad de un ciberataque, un riesgo que viene siendo advertido con mayor frecuencia en el contexto global.
Este incidente se suma a otras situaciones similares registradas en 2025. En febrero, Chile sufrió un apagón que dejó sin electricidad al 98% de su población por más de siete horas, debido a una falla en una línea de transmisión crítica que dividió el país en dos sectores eléctricos aislados.
Además, desde Austria han alertado sobre el riesgo creciente de un “gran apagón” que podría afectar a toda Europa, dada la alta interconexión de sus redes eléctricas. El gobierno austriaco no solo ha advertido sobre la gravedad de este peligro, sino que también ha impulsado campañas públicas para preparar a su población ante una posible crisis energética de gran escala.
La serie de apagones recientes pone en evidencia la fragilidad de los sistemas eléctricos modernos y reabre el debate sobre la necesidad urgente de reforzar infraestructuras críticas para garantizar la seguridad energética en un mundo cada vez más dependiente de la electricidad.