En medio de la tormenta política y judicial que enfrenta Alberto Fernández, se han dado a conocer nuevas pruebas que podrían agravar su situación legal. Fabiola Yañez, su expareja y ex primera dama, presentó una denuncia por violencia de género, y en las últimas horas se filtraron imágenes y conversaciones que forman parte del expediente judicial. Estas evidencias parecen apuntalar las graves acusaciones en contra del expresidente.
Dos fotografías, que fueron encontradas en el teléfono de la exsecretaria de Fernández, María Cantero, muestran a Yañez con un ojo morado y un hematoma en su brazo derecho. Estas imágenes, publicadas por Infobae, no sólo han causado conmoción sino que han sido incluidas como pruebas en la causa judicial.
Además de las fotos, se conoció una serie de mensajes de WhatsApp entre Yañez y Fernández. En los chats, Yañez acusa al expresidente de agredirla físicamente y expresa su desesperación: “No puedo dejar que me hagas esto cuando yo no te hice nada”. La respuesta de Fernández, lejos de desmentir la agresión, se centra en minimizar el conflicto, pidiéndole a Yañez que deje de discutir.
La denuncia, presentada ante el juez Julián Ercolini, detalla una serie de episodios de violencia física y psicológica que habrían ocurrido durante la relación y que, según Yañez, persisten hasta la actualidad. Tras la presentación, el juez dictó medidas cautelares contra Fernández, incluidas la prohibición de salir del país y una orden de restricción para mantenerlo alejado de su expareja.Fernández, por su parte, ha negado enfáticamente las acusaciones. En declaraciones a otros medios, calificó la denuncia como “falsa” y aseguró que probará su inocencia en los tribunales. A través de sus redes sociales, también emitió un comunicado en el que reiteró su postura y prometió presentar pruebas que demostrarán lo que realmente ocurrió.
La situación de Fernández es inédita: se ha convertido en el primer presidente argentino en ser acusado formalmente de violencia de género, un hecho que ya está generando un intenso debate público y político. Mientras tanto, Fabiola Yañez, acompañada de su hijo, se ha instalado en Madrid, España, mientras sigue el proceso judicial desde la distancia.
En medio de este panorama, la defensa legal de Yañez ha experimentado cambios. Tras una controversia por una supuesta violación del secreto profesional, su abogado original, Juan Pablo Fioribello, fue reemplazado por Mariana Gallego, quien ahora está a cargo de la causa. Aunque Gallego aún no ha hecho declaraciones públicas, se espera que en los próximos días dé a conocer su estrategia para enfrentar este complejo proceso.
El caso ha resonado con fuerza en el ámbito político. Voceros del oficialismo y de la oposición han condenado públicamente cualquier acto de violencia, subrayando la gravedad de las acusaciones. Entre ellos, el vocero presidencial, Manuel Adorni, fue contundente al declarar en sus redes sociales: “Señores: nunca más. Fin”.
El caso de Fernández y Yañez no solo ha captado la atención de los medios y la opinión pública, sino que también ha puesto de manifiesto la importancia de abordar con seriedad y rigor las denuncias de violencia de género, independientemente de la posición o el poder del acusado. La justicia tiene ahora la tarea de desentrañar la verdad y tomar las decisiones que correspondan en función de las pruebas presentadas.ChatGPT puede cometer errores.